La investigación está midiendo la eficiencia de esta tecnología que purifica aguas residuales para su reutilización en agricultura y forraje.

Investigadoras e investigadores de cuatro regiones del país se reunieron en la Universidad Arturo Prat (UNAP), Iquique, para analizar los avances del proyecto científico “Humedales depuradores: Reutilizando agua para la agricultura”. La iniciativa busca comprobar la efectividad de soluciones tecnológicas basadas en la naturaleza, para mitigar la escasez de agua a lo largo de Chile y es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) dependiente del Ministerio de Ciencia.

El proyecto es liderado por la Universidad Austral de Chile (UACh) —en Valdivia, Región de Los Ríos— a través del Centro de Centro de Humedales Río Cruces, y es integrado también por científicas y científicos de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la UNAP en Iquique, y su Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (CIDERH); la U. de Playa Ancha, UPLA y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Región de Valparaíso); y la U. Católica del Maule, UCM (Región del Maule).

La actividad, organizada como un Seminario, se efectuó en la Sala Humberto Lizardi del Edificio de Rectoría de la UNAP, en Iquique, e incluyó además reuniones de trabajo y salidas a terreno.

SISTEMAS

Los humedales artificiales son sistemas que utilizan en su construcción y funcionamiento recursos de la naturaleza: principalmente especies vegetales, la energía solar, fotosíntesis, microorganismos y materiales como gravillas y arenas, entre otros.

“Estamos ad portas de cumplir el cuarto objetivo en cuanto a tener datos de calidad de agua y saber con mucha precisión con qué calidad sale el agua luego de ser depurada con esta tecnología basada en la naturaleza”, señaló el Dr. Ignacio Rodríguez Jorquera, director del Centro de Humedales Río Cruces de la UACh.

La investigación tiene entre sus principales objetivos medir en esas cuatro regiones, la eficiencia de humedales artificiales que depuran aguas residuales para su reutilización en agricultura y forraje. La iniciativa, conocida también como “Proyecto ANID Sequía”, cuenta con el apoyo de científicas y científicos de la U. de Aarhus (Dinamarca), U. de Bolonia (Italia) y U. de Florida (Estados Unidos).

RECURSOS HÍDRICOS

“El trabajo de la Facultad de Recursos Naturales Renovables —en su compromiso con el territorio— ha sido relevante para la comunidad en los últimos años, enfocando sus esfuerzos, entre otras cosas, en el estudio de los recursos hídricos”, expresó el director general de Investigación de la UNAP, Dr. Cristóbal Corral Badiola, durante el inicio del seminario que fue titulado: “Depuradores para la limpieza de aguas residuales: evidencia nacional para la generación de políticas públicas orientada a reducir el impacto ambiental”.

El Dr. Jorge Olave, director del CIDERH, destacó que el proyecto tiene una proyección nacional. “Permite que los resultados sean transversales, y buscar soluciones para cada uno de estos territorios que son diferentes. Y eso posteriormente se va a colocar en informes, publicaciones, manuales, para que vaya llegando a diferentes públicos”, detalló.

El estudio se inició en enero de 2022 y concluirá en junio del presente año 2023. “Los datos de calidad de agua son bien sorprendentes. En general cumple con lo que es conocido en la literatura que estos humedales son capaces de depurar tres veces más el agua que los sistemas convencionales. Por ejemplo, que una planta convencional de tratamiento de agua”, precisó el Dr. Ignacio Rodríguez.

VENTAJAS

Además de ser opciones sustentables y eficientes para la purificación del agua, los humedales depuradores se caracterizan por un bajo costo de funcionamiento. Incluso su operación y mantenimientos son sencillos.

Asimismo, cuando son adecuadamente diseñados y administrados, no producen malos olores. Esto porque son sistemas de tratamiento que pueden remover materia orgánica, nitrógeno y fósforo, por lo cual, el agua tratada evita la “eutroficación”. Es decir, se impide que aumenten excesivamente los nutrientes que generan la proliferación de patógenos, hedor o turbiedad.

Estos sistemas se incorporan al paisaje, favorecen la vida silvestre, ayudan a mitigar efectos del cambio climático y pueden funcionar en zonas de climas fríos y cálidos. Otro beneficio es la generación de empleos antes y después de su habilitación.

La reunión de cierre de este proyecto se realizará en el mes de abril en la Región de Valparaíso y contará con la presencia de dos especialistas de nivel mundial.

Fuente: Fredy Aliaga, Comunicaciones UNAP.

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