Cerca de 6,5 millones de avispas chaqueta amarilla han podido ser controladas y eliminadas en los territorios aledaños al humedal del río Cruces desde 2019, gracias a la implementación de un proyecto de control comunitario de especies invasoras impulsado por el Centro de Humedales Río Cruces de la UACh con fondos internacionales.
En 2018, y atendiendo a una necesidad de comunidades aledañas al río Cruces, se implementó un proyecto piloto de control comunitario de chaqueta amarilla en el sector de Punucapa. Con pocos recursos pero muchas ganas, se comenzó a trabajar con vecinos que veían perjudicada su calidad de vida durante los meses de primavera y verano por la masiva presencia de esta avispa y que impedían realizar sus actividades domésticas y productivas en el sector.
“Por aquel entonces, contábamos con el apoyo de una alumna pasante de origen francés que estaba haciendo un intercambio estudiantil en la Universidad Austral de Chile. Ella inició este proyecto que después nosotros quisimos continuar y lo presentamos a un fondo internacional que finalmente fue adjudicado en 2019”, indicó Jorge Tomasevic, coordinador científico del CEHUM.
Es así como se inició el proyecto “Manejo adaptativo para optimizar el control a largo plazo de especies invasoras que afectan a la biodiversidad y economía rural” que fue presentado junto a un equipo de investigadores de Reino Unido, Brasil, Argentina y Chile como parte de un proyecto para el estudio y control de especies invasoras, en el marco del Programa de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos para el Desarrollo Sostenible del Fondo Newton que lleva adelante el Reino Unido. “Esta iniciativa ha permitido hasta el momento realizar más de 25 actividades en 16 localidades diferentes, realizar visitas de seguimiento e implementar material informativo para su distribución, lo que ha permitido exterminar cerca de 430 nidos lo que se traduce en casi 6,5 millones de avispas en 4 años”, apuntó Jorge Tomasevic.
Magdalena Huerta, coordinadora de este programa, señala que “el objetivo fue desarrollar un control estratégico de la especie en conjunto con las comunidades locales que permitiera manejar sus impactos a mediano y largo plazo, y, con ello, preservar la biodiversidad y los medios de vida rurales”. Inicialmente, el trabajo se enfocó en realizar un diagnóstico preliminar de la percepción de parte de los habitantes del humedal Río Cruces respecto al daño a causa de la invasión de la avispa chaqueta amarilla, por medio de la realización de talleres en las distintas comunidades y visitas en terreno. En estas instancias, indicó la coordinadora, “se entregó información respecto a la identificación, comportamiento y ecología de la especie, además de compartir experiencias con vecinos y vecinas en torno a medidas de control comunitario. Con esto, pudimos evaluar herramientas que les permitieran tomar decisiones y acciones de control, de manera informada y segura”.
Nancy Núñez vive en el sector de Camino Real, comuna de Valdivia. Para ella siempre fue un problema de todos los años convivir con las chaquetas amarillas, dado que perjudicaban toda su producción de frutas, especialmente las manzanas. “Perdíamos casi todo porque nos comían toda la fruta. En ese entonces les poníamos bencina a los nidos. Ahora, aprendimos a matar las avispas reina, y así evitamos que generen el nido y para eso, yo uso trozos de chalecos o lanas o botellas con vinagre que ponemos en los árboles con un poco de miel en los orificios. Nos funciona y ahora volvimos a tener fruta”, comentó.
La estrategia de control comunitario consta de la implementación de diversas medidas de manejo que se relacionan con las distintas etapas del ciclo de vida de la especie. Magdalena Huerta indicó que, a través de talleres, charlas y visitas con los vecinos, “hemos logrado impedir el establecimiento de nuevas colonias de avispa chaqueta amarilla, promoviendo la captura de reinas durante periodos de hibernación (invierno) o en etapas tempranas del ciclo de la especie (primavera)”. Por otra parte, se realiza el control de obreras y nidos en etapas de mayor actividad (verano y otoño), con el fin de controlar los daños que esta avispa genera, los cuales han afectado especialmente a actividades como la fruticultura, la apicultura y el turismo, y así reducir los impactos en la economía y la vida diaria de los habitantes del humedal Río Cruces.
Así le sucedió a Dolores Rodríguez, quien vive en el sector de Punucapa, comuna de Valdivia. “Esta plaga afectaba todas las actividades al aire libre que se realizaban tanto familiares como también comunitarias, no se podía compartir. En Punucapa afectó mucho el turismo y significó pérdidas económicas sobre todo para los locatarios de la muestra costumbrista porque las chaquetas amarillas invadían los platos de los comensales. Además, afectó a los frutales sobre todo la manzana con la que se elabora la chicha y sidra, nuestro producto ícono, y también afectaron a los apicultores que tuvieron pérdidas con sus abejas”, aseveró.
Después de poner en práctica los consejos y sugerencias del equipo del CEHUM, Dolores Rodríguez se muestra agradecida ya que “nos enseñaron a identificar y conocer el ciclo de reproducción para poder realizar un control más efectivo ya sea capturar la reina, ubicar los nidos, marcarlos, instalar trampas y cebos y eliminar. Hoy podemos volver a vivir al aire libre, pero no se puede bajar la guardia”.
Para el director ejecutivo del CEHUM, Ignacio Rodríguez, este proyecto marca un hito en el desarrollo de proyectos de investigación. “Por una parte, esta área de trabajo nace desde la comunidad que vive y se ve afectada cotidianamente por una especie invasora y que involucra al ecosistema del humedal del río Cruces. Y por otra, incorpora la sabiduría y las experiencias de la propia comunidad, permitiendo generar un manejo comunitario de esta especie en base a evidencia científica pero también a experiencia práctica de los habitantes del territorio”, aseveró.
Para la continuidad del programa también se ha contado con el apoyo de la Municipalidad de Valdivia, quienes han entregado a los vecinos diversos materiales e insumos para el control de esta plaga que son de costo elevado.
Dentro de los productos desarrollados durante este proyecto destaca la elaboración de un calendario que entrega información de los ciclos de vida de estas avispas, destacando las buenas prácticas para su control en los diversos meses del año (ver infografías).
El proyecto del CEHUM ha sido implementado en 16 localidades de las comunas de Valdivia y Mariquina: Punucapa, Frutillar, El Potrero, Colegual, Cabo Blanco, San Antonio (Pelchuquín), Pufudi, Tralcao, Cayumapu, Camino Real, Pichihuape, Cudico, Linguento, La Punta, Locuche, e Iñipulli.