Guardianes de turberas de todo el mundo firmaron el Acuerdo de Venecia 2024 en Torres Vedras, Portugal, en el marco del Día Mundial de las Turberas el 2 de junio. En la ocasión, renovaron su compromiso de cambiar la trayectoria de la gestión ecológica y cultural de estos ecosistemas de humedales críticos. Uno de los chilenos participantes del encuentro, fue el director ejecutivo del CEHUM, Dr. Ignacio Rodríguez.
El Acuerdo de Venecia es un es fuerzo único para construir un liderazgo decolonial y hacer valer los derechos de las turberas mediante colaboraciones transdisciplinares y un enfoque desde las bases que reconoce las iniciativas locales como clave en el proceso global de su protección. Concebido como un documento vivo y una herramienta para la conservación, aborda la crisis climática y la pérdida de biodiversidad mediante acciones directas.
Durante la reunión presencial de dos días, 25 participantes -entre científicos, artistas, activistas, representantes gubernamentales y financiadores- se reunieron en la Galería Municipal de Torres Vedras, el Centro para la Sostenibilidad del Mar y las Zonas Costeras (Porto Novo) y el Centro de Educación Ambiental (Torres Vedras), para adaptar el documento a las nuevas necesidades y debatir la futura gobernanza del creciente movimiento de protección de las turberas.
Ignacio Rodríguez, director del CEHUM, destacó especialmente la oportunidad de trabajar como parte de un equipo transdiciplinario. “Esto nos permitió analizar las preguntas más complejas como: ¿Cuál es el modelo de desarrollo adecuado? ¿Cómo lograr el muchas veces mencionado desarrollo sostenible? ¿Cómo compatibilizar desarrollo, bienestar material local con la conservación de la naturaleza?”, señaló.
Rodríguez fue uno de los dos chilenos presentes en la instancia, junto con Nicole Püschel de WCS Chile. Los especialistas tuvieron la oportunidad de hablar de lo que se está haciendo en el país para la conservación de las turberas. “Sobre todo para el sur de Chile esto es muy relevante ya que son las campeonas en mitigación del cambio climático por la capacidad que tienen de absorber y retener CO2, pero también porque proveen de beneficios muy claves para las comunidades locales que habitan cerca de ellas. Por eso, la discusión de cómo desarrollar un modelo de desarrollo que permita su conservación y finalmente asegure que existan en el largo plazo son preguntas complejas que requieren de miradas transdisciplinarias y por eso este Acuerdo es tan relevante”, apuntó.
El Acuerdo de Venecia original, que se creó y firmó conjuntamente en la ciudad de Venecia en 2022, proponía un conjunto de necesidades y valores basados en la experiencia y la investigación, esenciales para activar y fortalecer la protección de las turberas a escala local. En esta ocasión, los participantes reflexionaron sobre las acciones concretas de conservación que el Acuerdo de Venecia ha inspirado en los dos últimos años, los retos y oportunidades a los que se enfrentan las comunidades locales y cómo podrían abordarse.
Los participantes destacaron el valor de la biodiversidad y cómo estos humedales son protagonistas del arte y la cultura, santuarios de memoria ecológica, reservas de agua dulce y actores cruciales en la mitigación y adaptación a la crisis climática.
Es así como los participantes se dedicaron durante dos días al diálogo, la cartografía efectiva de sus turberas, la redacción colaborativa, la edición, y la definición de la futura gobernanza del Acuerdo de Venecia. Visitaron las turberas de la costa en Portugal, que están en peligro debido al aumento del turismo y al desarrollo inmobiliario.
De este modo, se obtuvieron importantes directrices impulsadas localmente que hacían hincapié en la educación accesible sobre las turberas, el desarrollo de marcos estratégicos para acciones de conservación eficaces, el intercambio de recursos significativos y la identificación de nuevas amenazas para las turberas, como la contaminación, las infraestructuras públicas y los crecientes efectos del cambio climático.
Algunas de las acciones concretas previstas son la puesta en marcha de un programa de mentores para organizar la próxima reunión bianual del Acuerdo de Venecia, el fomento de la comunidad mediante encuentros en línea y el desarrollo de una plataforma web, entre otros.
La reunión del Acuerdo de Venecia 2024 fue organizada por Ensayos, Wildlife Conservation Society Chile y la Fundación Michael Succow, socia del Greifswald Mire Center, con el apoyo del colectivo interdisciplinar Double-u-Replay y el Centro de Estudios Geográficos de la Universidad de Lisboa.
Fuente: Prensa Wildlife Conservation Society Chile